La pandemia causada por COVID-19 se ha convertido en una de las crisis globales más influyentes de las últimas décadas. El futuro se ha convertido en un desafío incierto y todos los departamentos están respondiendo a situaciones inciertas.
La industria inmobiliaria no es ajena al impacto de esta crisis, en muchos aspectos es una de las industrias más afectadas por la situación económica, la incertidumbre y los planes de distanciamiento social propuestos por el gobierno. La pandemia actual puede cambiar la forma en que las personas viven, trabajan y consumen.
¿Qué le espera al sector inmobiliario en México ante la crisis sanitaria?
Actualidad del sector inmobiliario
Con operaciones y transacciones casi paralizadas, la industria inmobiliaria centró sus acciones en reducir los gastos operativos, ahorrar efectivo, asegurar el mantenimiento de los valores de los activos y evaluar las perspectivas futuras de la industria (después de COVID-19).
A corto plazo, es importante que los diferentes participantes de la industria inmobiliaria, fondos, inversores, promotores, constructores, gestores y brokers se centren en los siguientes temas:
- Evaluar la situación posterior al COVID-19, visualizar los principales cambios que ocurrirán en el negocio, definir planes y programas que se puedan adaptar a los cambios, identificar riesgos y determinar sus planes de mitigación.
- Administre sus cuentas por cobrar, negocie y medie con los deudores para asegurar que el flujo de efectivo ingrese a la caja registradora y evitar deudas incobrables.
Áreas de inversiones.
Algunos inversionistas pueden enfrentar problemas financieros debido a una disminución de los ingresos debido a las obligaciones de pago que se les deben a sus inquilinos.
Para algunos propietarios, este período de efectivo reducido brindará oportunidades para que las industrias más líquidas compren, especialmente para los activos inmobiliarios vendidos con un descuento representativo.
Ante la incertidumbre del desarrollo empresarial, las oportunidades de inversión deben analizarse con base en modelos estructurados y otras opciones.
La velocidad de la recuperación del mercado dependerá de la extensión de la pandemia y la velocidad a la que el negocio inmobiliario vuelva a la normalidad. La confianza de los inversores también será importante.
Comercio.
Impacto a corto plazo:
A corto plazo, la demanda de espacio para oficinas disminuirá, lo que afectará a los propietarios de estas propiedades y afectará gravemente al mercado de coworking. En el mediano plazo, esta situación se puede paliar parcialmente mediante la reubicación temporal de algunas empresas provocada por la pandemia.
Los inquilinos pueden exigir que las cláusulas de fuerza mayor mencionen COVID-19 o cualquier tipo de pandemia en sus contratos de arrendamiento.
Impactos en el largo plazo:
Las empresas buscarán bodegas debido al aumento del comercio en línea y la necesidad de almacenar productos.
Se incrementará el riesgo de cierre de locales comerciales, especialmente aquellos que vendan productos de lujo o que no cubran necesidades básicas, lo que impactará las rentas de los propietarios de esos inmuebles.
Muchos minoristas solicitarán renegociaciones de cánones y cambios en la forma de contratar locales comerciales, se registrará un alto nivel de incertidumbre, ante el desconocimiento de cuándo será el momento en el que los consumidores, aislados por cuarentenas obligatorias, derivadas de la pandemia, vuelvan a retomar sus hábitos de consumo.
Los consumidores evitarán zonas de alto tráfico y alta concentración de personas por el virus. Las entregas de comida a domicilio y el comercio electrónico vivirán una etapa de prosperidad, pero el desarrollo exitoso de ambas dependerá de la fortaleza de sus cadenas de abastecimiento y proveedores para sostener la operación de sus negocios.
Mientras continúe la cuarentena y los consumidores sigan almacenando productos de primera necesidad, las ventas de supermercados seguirán incrementándose.
Autor: Vanesa Téllez y Dante Ríos